Es de gran importancia que el vendedor trabaje con una
estructura de trabajo.
Las técnicas de venta son un conjunto de herramientas que
están al servicio del cliente, y no en su contra. El vendedor debe hacer uso de
ellas con una doble finalidad: conocer lo que realmente necesita el cliente y
convencerlo de que la solución que se le ofrece es válida.
Las técnicas son
herramientas, instrumentos que se aplican en el proceso de venta para persuadir
al cliente o posible cliente hacia la propuesta del vendedor. La mayoría están
basadas en la psicología, la sociología y, fundamentalmente, en la observación
del trabajo de los mejores profesionales de la venta. Los vendedores deben ser
hábiles en su manejo, por lo que necesitarán entrenamiento y experiencia para
poner en marcha un proceso de venta.
Las técnicas de venta se pueden clasificar desde dos puntos
de vista: el primero es el estratégico, y desde él se examinara la orientación
general del proceso de venta. Posteriormente, examinaremos el proceso de venta
dividiéndolo en fases, y podremos observar las técnicas que se aplican en cada
una de ellas.
Uno de los sistemas más clásicos de venta que tuvo gran
éxito, e incluso hoy en día se sigue manteniendo, es la venta a través del
método AIDDA que, en el año 1947, Percy H. Whaiting presentó en su libro Las
cinco grandes reglas de la venta, cuya importancia ha sido importante en la
historia de las técnicas de venta.
El método AIDDA sigue siendo eficaz hoy en día, puesto que
es compatible con otros sistemas y técnicas que se han puesto de moda con
posterioridad.
AIDDA significa:
A: Atención.
I: Interés.
D: Demostración.
D: Deseo.
A: Acción.
Con todo esto, el vendedor al comienzo de la conversación de
venta debe captar la atención del cliente o posible cliente para en el segundo
paso conseguir su interés. En la siguiente etapa, el vendedor demostrará al
cliente cómo su producto o servicio satisfará las necesidades de este, incluso
utilizará pruebas, si fuera necesario. De esa manera va a hacer crecer su deseo
de compra y le llevará en la última etapa, denominada acción, al cierre o
remate de la venta.
Al emplear la teoría de venta referida a la satisfacción de
las necesidades, el vendedor debe conocer muy bien el punto de vista del
cliente, orientándolo hacia él, y la mejor forma para ello es interesándose por
sus necesidades o deseos.
Vender satisfaciendo necesidades del cliente es el enfoque
que deben seguir en la actualidad tanto los profesionales del marketing como
los de ventas, puesto que no se trata de hacer una venta esporádica o puntual.
Más importante que hacer clientes es conservarlos y asegurarnos su
fidelidad.
Muy buena aportación
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